El Esoterismo y tarot en el señor de los anillos

En nuestro artículo anterior se describió una interpretación al esoterismo velado tras la saga de la guerra de las galaxias. En esta nueva entrega, compartiré con ustedes el simbolismo esotérico oculto en esta gran obra de la literatura inglesa denominada: “EL SEÑOR DE LOS ANILLOS”.
J.R. TOLKIEN fue un profesor de lengua inglesa, que supo plasmar en papel un universo fascinante poblado por elfos, enanos, brujos y todo tipo de criaturas mitológicas. Lo más importante de su obra es en la forma maestra como plasmó el eterno arquetipo de la lucha entre el bien y el mal.

En la trilogía del señor de los anillos, Tolkien nos recrea en unos países, reinos y personajes humanos y no humanos, como si existieran, además de haber elaborado un complejo lenguaje para hacernos creer lo que hasta ese momento era increíble. El señor de los anillos es una aventura grandiosa en busca del anillo de poder (el conocimiento de la verdad o piedra filosofal), “un anillo para gobernarlos a todos”, que puede hacer cambiar al mundo (esta es la clara alusión de que el hombre medio busca el conocimiento y el poder no para elevarse espiritualmente, sino para poder ejercer su influencia sobre los otros y hacer cambios a su voluntad, lo cual es típico de los magos negros o grises). Esta epopeya está encomendada a un miembro de una raza más débil que puebla la tierra media: un “Hobbit”, hombre de corazón puro a quien la divinidad elige para llevar a cabo la obra de restauración de la armonía.

A este Hobbit se le encomienda, junto con sus amigos, realizar una gran travesía con la finalidad de destruir el anillo único, (aquí se puede notar una relación entre los 12 trabajos de hércules y las hazañas que estos tienen que lograr para llegar a su cometido). En la trilogía se puede observar un gran paralelismo entre los personajes de Tolkien y los seres de la Mitología Nórdica o de la religión judeo cristiana, como ocurre con Melkor, el enemigo oscuro, señor del mal, y Lucifer. Se trata para Tolkien de describir la eterna lucha entre las fuerzas de la luz y de las tinieblas.   

El Señor de los Anillos fue inspirada en las sagas germánicas, como la de los nibelungos; en diversos mitos anglosajones, como el poema de Beowulf, y en los escandinavos, como la saga de las Eddas, además de incluir la mitología céltica con sus poderosas reinas élficas. Si se observan los personajes de la tierra media hay que recordar que son cuatro las razas principales que intervienen en toda la saga, pero no hay que olvidar que también aparecen otros seres vinculados a la mitología nórdica o vikinga: los Ents o árboles con inteligencia tienen su equivalente en la mitología de muchos pueblos, como la española con el mito del “Roblón” de los mitos cantabros.

Los elfos son los personajes más puros y bellos de la saga de El Señor de los Anillos. Tenemos a Galadriel, la bella reina de los elfos, la dama de la luz, que posee poderes divinos y que le ha mostrado a Frodo uno de sus posibles futuros (ella es la representación de la suma sacerdotisa en todos los mitos y tradiciones, y es también un símbolo de la madre naturaleza). Las familias de los elfos son tan numerosas como las que se describen en las Eddas, sagas Islandesas u otros libros de la mitología escandinava, los cuales los dividen en las categorías de elfos de luz y elfos oscuros. (Los elfos son la representación de las entidades espirituales que están en planos superiores, pero que pueden ayudarnos. En nuestra tradición cristiana ellos serían nuestros Ángeles).

Esto, mis queridos lectores, es apenas un pequeño esbozo de la gran importancia que tiene esta monumental obra, e invito al lector a que estudie aún más la mitología y las sagas de los pueblos de Europa para que, por sus propios ojos, pueda darse cuenta del rico simbolismo que nos legó Tolkien en su magna obra El Señor de Los Anillos.

En próximas entregas hablaremos aún más sobre el significado esotérico de las dos torres.
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